QUE SEAN NIÑOS LOS NIÑOS
(MEX URTIZBEREA)
Que
sean niños, y no clientes de las compañías celulares, o vendedores de rosas en
los bares, o estrellas descartables de la televisión.
Niños,
no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores
de estampitas en los subtes (subterráneos).
Que
no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente.
Que
no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un
reformatorio.
Que
no sean costureros de talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que
no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes.
Los
bombardeados por publicidad. Que sean niños los niños.
Todo
lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que
quieran.
Que
hagan libremente niñerías.
Que
se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que
no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de
actividades.
Que
sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas
torcidas, llevar alguna vez la bandera no por ser mejor alumno, sino por ser
buen compañero.
Que
sean niños los niños y no los incentivados con desmesura o consumir todo lo que
saca el mercado.
Que
sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la
otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños,
no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de
alimentos.
Que
sean niños los niños.
Y
que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier
discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las
corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los
medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las
municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que
sean niños los niños, y no el juguet5e de los abusadores.
Que
sean niños, no “el repetidor” o “el conflictivo” o “el que nunca trae los
deberes”.
Niños,
y no los que empujan el carro con cartones.
Que
sean niños los niños, simplemente.
Que
ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que
se los llame a trabajar con la imaginación y con lápices de colores.
Que
se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y
que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que
nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no
se hablan, que por ellos hagan algo los
que nunca hicieron nada.
Que
sean niños los niños y que no dejen jugar con la pelota.
Que
sean niños en su día.
Que
lo sean todos los días del año.
Que
sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado.
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